
Tardó lo suficiente en llegar a la pantalla como para seguir contribuyendo al crecimiento del mito, lo cual por otra parte facilita una posición envidiable: asumirse imperfecta de origen e incomparable a su fuente. Sobre todo cuando quien asume es un cineasta como Mike Newell, proclive a producciones enormes o grandilocuentes, aunque con algún atisbo a lo autentico, como Donnie Brasco o Four weddings and a funeral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario